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Más bien lo segundo. Vienen aquí porque no les basta el tratamiento convencional-ciáticas por ejemplo- o tras un sinfín de visitas a distintos especialistas que no han resuelto el problema y que a veces no han detectado nada anormal."Todo está bien -vienen diciendo- ¿Estaré loco?"
Los hay, pero pocos. Y es muy arriesgado catalogarlos así. Tanto si es una persona débil o fuerte, si tiene disposición genética a una percepción aumentada del dolor o al revés, si es muy insensible, como ocurre en algunos casos...si siente dolor y le repercute en su vida, hay que ayudarla a que disminuya. Otra cosa es que cueste encontrar la causa.
Sí. Usamos escalas de valoración de dolor (EVA) del 1 al 10, que sirven para medir el dolor de una persona en concreto y luego detectar las variaciones que pueda experimentar. Nunca para extrapolar a otra persona. Además, los centros del dolor están ligados a los centros emocionales, a tus recuerdos infantiles, al nivel hormonal, a la ansiedad... que alterarían el resultado de esa supuesta prueba objetiva.
Se calcula que uno de cada diez, más mujeres que hombres.
No lo sabemos. Podrían ser motivos genéticos u hormonales, o simplemente que las mujeres son más proclives a pedir ayuda.
Espalda, seguido de los articulares y los de cabeza.
Es una cascada de problemas: insomnio, fatiga, irritabilidad, distracciones, pérdidas de memoria, desconcentración... ya no te mueves, te aíslas, no sales a pasear, te sientes incapaz de trabajar... Y finalmente bajas, problemas de dinero, dudas sobre uno mismo..
Sí, porque el paciente se va convirtiendo en una especie de mueble. En un caso reciente, una paciente me explicaba que intentó suicidarse con pastillas, no lo consiguió, se durmió y por la mañana recogió todo de modo que nadie se enteró. Como está encerrada y le gusta estar en penumbra, todos evitan molestarla.