General: 932 850 010
Urgencias: 932 850 777
Consiste en atender las necesidades humanas, espirituales y/o religiosas de los enfermos, de sus familias, de los colaboradores (trabajadores). Podríamos decir, que el servicio de pastoral es la acción evangelizadora que realizamos para prolongar y actualizar la misión de Jesús sirviendo y velando al estilo de nuestra fundadora María Gay Tibau que aliviaba el dolor y sembraba la paz en el corazón.
Es un servicio que está integrado y organizado en el organigrama de la Clínica en un trabajo interdisciplinar con los demás profesionales, de tal manera que garantice la asistencia espiritual y religiosa y la atención pastoral tanto a enfermos, familiares, y a los mismos colaboradores.
Siempre desde el respeto a la pluralidad religiosa de cada uno.
Sí, pues es una atención integral que se le ofrece y considera además, de la dimensión biológica de la persona, su dimensión biográfica, que subraya su dimensión personal, es decir, la experiencia propia vinculada a la libertad personal, a la conducta y al proyecto de vida, a la búsqueda de sentido y de significados, al mundo relacional y al contexto en que se vive.
Podríamos definir al acompañamiento espiritual como intervención terapéutica.
La atención espiritual por definición se ofrece a la persona indistintamente si cree o no, porque la dimensión espiritual es constitutiva del ser humano, y hace referencia a la experiencia más profunda de la persona, que la conduce a dotar de sentido y significado a sus acciones y a su existencia. Se refiere al sentido de la vida y contiene las grandes preguntas de la existencia: ¿De dónde vengo? ¿Hacia dónde voy? ¿Qué es la vida? ¿Qué es la muerte? ¿Por qué el dolor? ¿Tiene sentido sufrir? ¿Qué hay después de la muerte? entre otras muchas preguntas que el paciente se puede hacer, y que realmente se hace…
Estas son preguntas que podemos responder desde los valores (la escala de valores personal) que cada persona se plantea y hace referencia a la dimensión espiritual de cada uno. En función de estos valores somos capaces o no de afrontar distintas situaciones incluyendo el sufrimiento.
Toda persona tiene una dimensión espiritual aunque no tenga ninguna creencia religiosa
A las familias sobre todo cercanía, escucha, comprensión, oración, asesoramiento. Siempre respetando sus tiempos. Ayudando a elaborar el duelo en el momento que se produzca, y celebrando con ellos la forma de expresar su fe: sacramental o incluso otras formas de manifestar su espiritualidad.
A los colaboradores:
Es un servicio que tanto los pacientes como las familias, valoran muy positivamente. Cada día los agentes de pastoral visitamos a todos los pacientes, presentándonos como miembros del equipo de pastoral e informándoles de la existencia de este servicio en la clínica. Este es el momento que ellos nos manifiestan si desean, tanto una ayuda espiritual, religiosa o una vista amistosa.
En el año 2016 del total de ingresos que hubo en la Clínica el equipo de pastoral hizo un 69% de primeras visitas, de estas el 18% se hizo Acompañamiento Pastoral a pacientes y un 13% Acompañamiento Pastoral a familias. Un 39% fueron vistas amistosas.
Hoy en día las estancias en la Clínica son muy cortas y no da tiempo a pasar de la visita amistosa al encuentro de Pastoral.
En los Servicios Religiosos intentamos poner a la persona en contacto con su dimensión de fe, porque estamos convencidas de que es fuente de salud y de vida.
Ofrecemos a pacientes y familia:
Cuentan además con una capilla donde se realizan misas diarias y un canal interno para todos aquellos enfermos que no pueden moverse de la habitación.
La Capilla permanece abierta desde la 7:00 de la mañana a las 10 de la noche. Cada día a la 7:25 de la mañana se celebra la Eucaristía y los domingos a las 10:30, los enfermos que desean participar en ella a través del canal interno, se lo conectamos para que la puedan seguir. Y los familiares que desean participar en alguno de los actos religiosos bajan a la capilla.
Los Servicios Espirituales se dan dentro del encuentro personal, de la visita, la acogida, la escucha activa, ofreciéndole la posibilidad de iluminar la situación de enfermedad que está viviendo, el silencio, entre otros…
Como ya he dicho anteriormente el tiempo de enfermedad se convierte en un momento propicio para el surgimiento de preguntas radicales en el ser humano, que se encuentra con la fragilidad y le coloca la dimensión espiritual como verdadero motor existencial, donde se reúnen las experiencias ya vividas, las creencias y los valores, las dudas y certezas más íntimas y, especialmente, la capacidad de encontrar sentido y esperanza en medio de la enfermedad, el sufrimiento y la fragilidad.
Hay enfermos que ante la cercanía de la muerte sienten esa necesidad de expresar sentimientos y vivencias religiosas. Hacer ritos para cerrar capítulos en el enfermo y en la familia e incluso celebraciones para cerrar procesos.
Hna Felicidad Canseco - Responsable de Pastoral de la Salud